sábado, 17 de marzo de 2007

Little York

Edificio Manhattan. Caracas, 1940s (f. Ramón Paolini, 1983).



En un número de los años treinta de la Revista Técnica del MOP hay un precioso artículo titulado “Policía Urbana”1. En él se describe la ordenanza que regía entonces sobre Caracas, cuya importancia histórica consiste en el énfasis que le daba a la estética de la ciudad. El artículo habla de las afectaciones de altura de la zonificación, consideradas en base al ancho de las calles; describe cómo aplicar el gabarito y su escalonamiento gradual a medida que suben los pisos; explica el porcentaje de patios en relación al tamaño de las parcelas; regla las ochavas en las esquinas, y así sucesivamente, va describiendo todas las formas que modelaron nuestra primera ciudad moderna.

Los muchos años que rigió esta ordenanza antes de la aparición de las actuales (1994) permitió la producción de gran parte de la imagen coherente y organizada que en ciertos fragmentos del centro de la ciudad todavía podemos apreciar. Calles con altura y fachadas contínuas, líneas de cornisa definida, esquinas homogéneas. Mediante ella surgieron algunas de las piezas mejores de nuestra primera arquitectura moderna, esos pequeños rascacielos del centro como son el edificio General Páez en la esquina de La Marrón, o el edificio Manhattan (de nombre muy significativo), en la esquina de Cují.

Es interesante que nuestra primera ley moderna de zonificación y sus enmiendas y ampliaciones tomase en cuenta como modelo de ordenanza (y de ciudad), además de los clásicos de la ciudad europea tradicional, a Nueva York y a su entonces muy reciente y polémica New York City Zoning Resolution, de 1916.2 Dicha ordenanza había partido igualmente de ordenanzas europeas, específicamente de París y de Londres, pero se transformó, al irse redactando, en la imagen particular de Nueva York, siendo la primera en legislar sobre sus edificios y en todos los Estados Unidos.

Adaptarla parcialmente en Caracas reveló el espíritu moderno del gobierno urbano caraqueño de la época y su toma de partido por una visión particular de ciudad (no olvidemos que ésos son los años en que aparecieron tanto el Plan Voisin de le Corbusier (1925), como La Ciudad de las Torres de Hugh Ferriss (1929).3  Inclinarse por la segunda, significó también compartir de alguna manera los sueños de la Nueva York de antes de la Depresión de 1929, sentir la misma necesidad de organizar el crecimiento que se avecinaba, de controlar el aspecto que tomaría la ciudad con las nuevas construcciones que vendrían, y no dejar que el choque del progreso arruinase la belleza y la identidad que la ciudad ya disfrutaba.

Nueva York y la Caracas de hasta 1930, además de jóvenes y hermosas, eran ciudades de planta reticular, con manzanas iguales... pero las semejanzas urbanas allí se detienen. El Building Zoning Resolution de 1916 fue una ley que estaba hecha a imagen y semejanza de Nueva York. La ley “codificaba y protegía el status quo de la ciudad”, institucionalizaba los valores alcanzados en ella por el movimiento City Beautiful y estaba adecuada a favor de los intereses económicos de entonces.

A Caracas se le puede achacar hoy que se apropió de una ley y unas formas urbanas que no eran las suyas. Pero no olvidemos que en ese mortero también hay formas de la Barcelona de Cerdá y del París post-Haussman. Lo cual, visto desde nuestra perspectiva, es un “mal” menor, ya que la decisión tomada para continuar la ciudad fue por la forma urbana y por la coherencia, aprovechando la capacidad comprobada en esas normativas, particularmente en la más moderna ley neoyorkina; una ley nueva que estaba soportando bien los retos legales más fuertes de la historia a su constitucionalidad.

Aunque esta ordenanza desapareció en Caracas, y cada día van borrándose los últimos vestigios de su gestión, existe como antecedente legal. En la presente lucha por la abolición de las irracionales, insensibles e incompetentes ordenanzas actuales, es gratificante recordar que buena parte del corazón de la ciudad todavía puede demostrar qué significa forma urbana reglamentada, sin ir demasiado lejos.

La ley de Nueva York fue tan exitosa que se convirtió en el estilo de la ciudad. Inevitablemente, al ser interpretada en Caracas, le daría visos de una pequeña Manhattan. Hoy, frente al reto de hacer una nueva ordenanza, podemos repetir la historia, e inspirarnos otra vez en Nueva York. Pero, esta vez, interpretaremos la ley de 1916 más en el espíritu y menos en la forma: tomaremos, como ella, de modelo a la ciudad misma. 


Así, la nueva Policía Urbana de Caracas vigilará esencialmente sus propios sueños.

NOTAS
1. "Policía Urbana", Revista Técnica del MOP.
2. New York City Zoning Resolution.
3. Hugh Ferriss. "La Ciudad de las Torres", The Metropolis of Tomorrow, 1929.



Publicado en: Arquitectura, EL NACIONAL, Caracas, 14 de Febrero de 1994.

 

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