martes, 27 de marzo de 2007

"Quiero un apartamento en El Silencio"

La reurbanización El Silencio. Caracas.




El mercado de las propiedades en edificios históricos amenaza con un repunte:
desde el despacho del Director del Instituto Nacional de La Vivienda (INAVI)
nos acaban de remitir una copia de una carta recibida esta semana, 

justamente el día del cincuentenario de la Reurbanización El Silencio. 
Sorprendidos ante el contenido de la misma, y no sabiendo qué hacer con el caso 
(que se resume, estrictamente hablando, a la más reciente y prácticamente única petición 
de una propiedad en el conjunto administrado por esa entidad 
desde tiempos del Banco Obrero) el INAVI nos solicitó su publicación en esta página.


"Caracas, 5 de Julio de 1994
Señor
Presidente del INAVI
Instituto Nacional de la Vivienda
Ciudad.-

Estimado Director del INAVI:

Me dirijo a usted respetuosamente a fin de solicitar formalmente que se me adjudique en arrendamiento (o de cualquier otra manera) una vivienda en El Silencio, conjunto inmobiliario que sé que todavía administra la entidad a su cargo. Permítame presentarme: soy una viuda venezolana viviendo en el extranjero que por razones de negocios me he mantenido mucho tiempo fuera del país. Próximamente, sin embargo, debo viajar y empezar a permanecer esporádicamente en Caracas, circunstancia que me llena de alegría, pero que por otra parte me preocupa, ya que, debo agregar, mi vida solitaria cambió desde el verano pasado ya que (tras muchos esfuerzos), logré adoptar tres niños bosnios que ahora viven y v
iajan conmigo a todas partes.

Desde mi último viaje a Caracas, en el 52, no he podido olvidar la brillantez urbana de El Silencio. Estando en los centros históricos de todo el mundo lo recordaba con frecuencia, hasta considerarlo prácticamente inigualable. Sé que como candidata a inq
uilina excedo todos los requisitos por ustedes exigidos, más es como propietaria que en realidad quisiera pactar nuestra relación. Estoy interesada especialmente en el apartamento doble ubicado en el último piso del Bloque 6, mirando hacia el norte (la mejor luz). Sus evidentes potenciales espaciales con la doble altura, su inmejorable ubicación y vistas y la maravillosa articulación interna hacia el patio triangular, ofreciendo un derrière arquitecturalmente interesantísimo. Me gustan además, los portales neocojedeños de este bloque en particular; me parecen los más bellos (mi opinión muy personal). Claro que si este apartamento habiéndoseme adelantado alguien, ya hubiese sido adjudicado, podría consolarme con su homólogo de enfrente, en el Bloque 4, sólo que tiene peor luz, mirando al sur.

Si, como lo atestiguan datos que tengo en mis manos de la época, el valor por metro cuadrado para el terreno del. Bloque 6 era de 2.847,oo Bs./m2 y el valor de la edificación del Bloque 6 ascendía entonces a Bs. 5.975.010,oo, ello arrojó un total de Bs. 6.162.95
5,95 para ese edificio. Y si estos dos únicos apartamentos de dos plantas en todo el conjunto El Silencio que estan mirándose monumentalmente a través de la Plaza O’Leary, tiene cada uno 215 metros cuadrados (más que bien bien para un pied à terre), éso arrojaría la irrisoria cantidad de Bs. 28.165,oo, (133 Bs/m2) , yo quisiera ofrecerle al INAVI como un incentivo de especial atractivo para que en vez de arrendarme me venda, que desprecie esta tasa y calcule el precio por metro cuadrado según lo que sea que se tase en los centros históricos de cualquier ciudad del mundo en propiedades de una calidad arquitectónica, artística, histórica y urbana semejante.

Espero que no se sorprenda. Quiero el precio justo. Entienda lo que para mí vale estar frente a las toninas de Narváez, iluminar mis caminatas nocturnas con esos faroles pre-Calder, entrar magníficamente por esos portales, asomarme a la ventana y ver esa Caracas. Ponga su precio: ¿a cómo está el metro cuadrado en Place de la Concorde (le sugiero pregunte en el Bristol), en la Puerta de Alcalá, en la Vía Veneto, en Park Avenue, en High Park?

Le repito, ponga su precio. En la moneda que usted decida. Este es un inmueble de calidad internacional y se cotiza en dólares. Y ya que yo he decidido gastarme el dinero, beneficie entonces usted a su Instituto con la plusvalía. Véndanme ese apartamento.

Mis hijos y yo se lo agradeceremos.

Firmado,

x

(firma ilegible)

P.S: He revisado con mis abogados la lista de condiciones fijadas por el antiguo Banco Obrero a los candidatos a arrendatarios de los apartamentos de “El Silencio”, y entiendo que en el INAVI son sustancialmente las mismas, a pesar de los años que han pasado. Como verá a continuación, mi querido Director, mis condiciones de vida se ajustan cabalmente a ese Reglamento.



D O C U M E N T O

1-Aceptaré, desde luego, al firmar, todas las bases que establece el Reglamento.

2-Acataré la representación designada por el INAVI.

3- Los bienes que tendré en el apartamento (obras de arte, platería, escul
turas, antigüedades) están asegurados por una compañía internacional y no serán responsabilidad de ustedes.

4- En mi apartamento habitarán mis tres niños, Franz, Georg e Ida, su cargadora francesa, Sophie, y nuestro cocinero y mayordomo vietnamita, Mishutko, quienes también viajan conmigo a todas partes, debidamente inscritos en los registros de la Superintend
encia del Conjunto, y nadie más.

5- Yo, como inquilina (o propietaria, si es que afortunadamente llegásemos a un acuerdo de venta) ofrezco recibir el apartamento en vez de en perfecto estado, como ofrece el reglamento, en el estado en que se encuentre. Correrán por mi cuenta la restauración de mi futura propiedad, que daré a manos de un especialista en la arquitectura de Villanueva, al costo que sea. Si debo devolverlo, éste volverá al INAVI en mejor estado del que pueda encontrarse ahora.

6- Igualmente, como inquilina, les notificaré cualquier daño o desperfecto que podamos ocasionarle al apartamento, aunque estoy segura que no será el caso.
Adoro este lugar, y sé cómo vivir en un edificio histórico. Basta que vengan a conocer mis casas de Madrid y de Roma, la primera en el Paseo de La Castellana y la segunda sobre las escalinatas de Piazza Spagna, para que se convenzan de cómo sé cuidar las cosas. Como propietaria, ayudaré a velar por la calidad del entorno del vecindario.

7- Cualquier queja será dirigida correctamente a ustedes.

8- En cuanto a lo del wattaje por hora, les agradezco poner al día las cifras y reescribir la cláusula. Con los artefactos eléctricos de hoy en día no se puede vivir con solo kilovatio por hora.

9- No pretendo modificar las instalaciones eléctricas existentes. A sabiendas de la importancia que para Villanueva tenía la luz del trópico y la iluminación de sus edificios, ello también es motivo de respeto y conservación para mí. Todo se queda como él lo dispuso en el apartamento.

1o- Las restricciones horarias del uso de radios, fonógrafos y otros aparatos ruidosos no serán problema para nosotros, ya que el único sonido alto que emite nuestra familia es el de las lecciones de violonchelo de Franz, y eso no es mencionado por el Reglamento. Mi colección de bel canto me aturde cuando muy alta.12- No tenemos gatos ni perros ni pájaros. Para fauna, me bastan los humanos, y la única jungla que disfruto es la urbana.

11- No hay problema; mis niños no jugarán en las escaleras del conjunto. Ya El Silencio les brinda suficiente espacio para que jueguen a placer en sus patios internos.

12- No colocaré ningún objeto en barandas ni antepechos. Razón tenía Villanueva aquí, como Mies Van der Rohe en el Seagram Building controlando las posiciones de las cortinas. La armonía de las fachadas del conjunto logrados con tánto esfuerzo no debe ser alterada por nuestras pequeñas veleidades domésticas. En mis barandas y antepechos lo único que
colocare será la bandera nacional en días de júbilo.

15- Por la misma razón, no pondré plantas allí tampoco.

16- Me hago responsable, si como inquilina dañamos las instalaciones del apartamento. Mas, ya que mi mayor deseo es comprarles esta propiedad para convertirla en mi deseado pied à terre caraqueño, inmediatamente después de adquirlo reharé las instalaciones seg
uiendo la red original y sin afectar la arquitectura, como si de un palacio del barroco se tratase.

17- Cualquier obstrucción de las cañerías será reparada con delicadeza.

18- El calentador de agua y la cocina los pondré nuevos. No puedo evitar el soñar con la de comidas que daré en mi nuevo salón a doble altura, mirando El Avila a través del balcón y la Plaza O’Leary.

19- Un plan de obras de arte a ser clavadas en las paredes les será enviada a ustedes vía fax por mi galerista en París, con elevaciones indicando las coordenadas exactas de cada clavo y las dimensiones y características de los cuadros. Debo agregar, sin modestia alguna, que mi colección de arte es exquisita y que pienso llevar a Caracas lo que tengo de la escuela impresionista francesa, ya que creo que es la que va mejor con el momento histórico en que Villanueva concibió a El Silencio. Estoy segura que me autorizarán a poner esos clavos.

20- Como ustedes establecen en esta cláusula, es impensable que afeemos los habitantes de El Silencio tan preciosas fachadas internas de los bloques con nuestras ropas secándose. Ya prescribí a mi albacea caraqueño la compra de un secadora industrial.

21- El apartamento se mantendrá en perfecto estado de limpieza e higiene, y no lanzaremos basura a las calles, patios y pasillos. Ni qué decirlo: !No faltaba más!

22- En cuanto se refiere a las persianas originales que estaban en todas las ventanas de El Silencio, y que el Reglamento pide no cambiar, estoy tratando de conseguir con la Fundación Villanueva una copia del detalle específico de éstas, a fin de volverlas a hacer y montarlas donde ya no estén.

23- Ningun triciclo, bicicleta, patín o juguetes o artefactos les permitiré montar a mis niños que puedan deteriorar las paredes, pisos, escaleras y vidrieras del bloque. Ellos no lo harían tampoco solos, de todas maneras. Por un lado viviendo conmigo y por el otr
o viniendo de un país en guerra que se destruye, esta familia conoce lo que significa preservar.

24- Somos una familia tranquila y civilizada. No ocasionaremos molestias a nuestros vecinos.

25- Si la Superintendencia del Conjunto desea controlar el acceso de los proveedores a los edificios, me parece bien. Sugiero que se coloquen Doormen uniformados en cada portal de El Silencio para aumentar la seguridad.26- Estamos abiertos a que vengan a supervisar nuestro apartamento cuando lo deseen. Será un hogar modelo, deseoso de alcanzar el standard de vida para el cual el Conjunto fue diseñado, y por el que alcanzó la jerarquía de modelo de renovación urbana para el mundo entero".



La Plaza O¨Leary, El Silencio. Caracas.






Publicado en: Arquitectura, El Diario de Caracas. Caracas, 1994.


3 comentarios:

  1. Oh Dios mio! Esto es en serio?
    Dejen que esta señora haga lo que dice! Yo desearía poder hacer lo mismo y vivir en El Silencio...

    Quiero visitarla y vivir el sueño de la época de Villanueva!

    AL menos un día a la semana, o por previa cita, la casa debe abrirse al público!

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  2. Querida Secretaria de Cultura FAU UCV:

    Muchas gracias por su sentido mensaje. Lamentablemente, nunca nos cedieron el piso que deseaba en alquiler y no alcancé ni siquiera a negociar su compra!
    He permanecido todos estos años lejos de Caracas viviendo entre mis casas de Madrid y Roma, viendo a mis hijos crecer... soñando todavia y guardando la secreta esperanza de vivir algun dia en El Silencio!

    Suya cordialmente,

    (firma ilegible)

    P.S.: Si por ventura llegara Usted a enterarse de que esta incomparable propiedad sale de nuevo al mercado, ¿me lo avisaria por aquí? No se imagina con que maravillas podría recompensarla! (por cierto, ¿le gusta a Usted la pintura de Bonnard?)

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  3. Que lástima!
    Con mucho gusto le aviso si algún día deciden sacar al mercado inmobiliario los apartamentos de El Silencio.
    Bonnard es excelente, los colores son delirantes.

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