domingo, 3 de abril de 2016

Palm Drive



1. Avenida principal del Caracas Country Club en 1963 (f. Archivo Fundación de la Memoria Urbana).


"Hay que conservar los escenarios, los objetos naturales e históricos y la vida silvestre
existentes, y disponer de su disfrute de forma que puedan permanecer intactos
para las generaciones futuras."
Frederick Law Olmsted, Jr., 1916. 1
1. Camino principal
Ustedes conocen la imagen. Ya es un clásico de la memorabilia urbana caraqueña: la joven sonríe a la cámara, los brazos completamente desnudos salvo por el reloj de pulsera, las manos al volante de su automóvil, un flamante descapotable de aerodinámico diseño. Delante de ella se extiende la amplia avenida subiendo en suave pendiente, dirigiéndose claramente hacia la montaña. La joven ha detenido la marcha para sonreírle a la cámara, y también para que apreciemos la belleza de la ruta por la que está a punto de lanzarse. Se trata de una ruta escénica: la avenida discurre entre dos hileras de altas y paralelas palmeras, que ya para la fecha de la toma, circa 1957, tienen más de veinte metros de alto. Al este, entre la profusa vegetación de sus jardines, asoman algunas casas; al oeste se abren los campos de golf del Caracas Country Club.

Si no fuera por el Avila, diríamos que estamos en los Valles de Aragua, en algún punto del monumental cruce de avenidas de Chaguaramos de la Hacienda Santa Teresa. Y es que este eje de palmas (que ya para el momento de la foto tenían varias décadas de ser replantadas por Olmsted Brothers en lo que fuera el camino principal de la Hacienda Blandín), están aquí claramente mediante una culta operación de rescate de la Memoria del Paisaje. 
Frederick Law Olmsted, Jr. mantuvo siempre, como su padre, un compromiso con la conservación.2 Preocupado por el futuro de "las heredades irreemplazables e invalorables del pasado”, preservaría en Caracas gran parte de las condiciones del lugar original ocupado por las haciendas. La Avenida Principal de Blandín -el camino de la hacienda-, ya estaba flanqueada de Chaguaramos de acuerdo al más pleclaro estilo agrario colonial venezolano cuando ellos empezaron su trabajo. Este fue uno de los elementos pre-existentes en el lugar respetado y asumido al pie de la letra en el diseño paisajístico y urbano del Caracas Country Club. Pero la persistencia de la memoria presente en esta majestuosa Avenida de Palmas no proviene tan solo de la historia del paisajismo venezolano: es también producto de la propia historia de la oficina de los Olmsted. 

2. Bajo las palmeras
Veamos. Cuando la firma Olmsted aceptó la comisión del Sindicato Blandín a fines de los 1920s, hacia tiempo que atesoraba entre sus proyectos más importantes el Plan Maestro de la Universidad de Stanford, construido en los 1880s cerca de Palo Alto, California.3 El Senador Leland Stanford y su arquitecto paisajista, Frederick Law Olmsted Sr., convirtieron su gran hacienda en la península de San Francisco, la Palo Alto Stock Farm, en un campus neocolonial. Para hacerlo, entre ambos dispusieron una gran entrada. Este es el otro famoso Palm Drive con el que cuenta en su haber la firma Olmsted. La avenida, de una milla de largo, flanqueada de palmas datileras provenientes de las Islas Canarias, lleva desde la ciudad hasta el centro del campus. Allí la recibe una monumental iglesia, Memorial Church. En su fachada se halla toda su razón de ser: un gran mosaico representando a Jesús impartiendo un sermón, justamente, bajo las palmeras.4 

En algún peregrino momento, la Avenida principal del Country Club perdió sus Chaguaramos originales para pasar a ser sembrada de Washingtonias filiferas. Quienquiera que lo haya hecho, seguramente tenía en la mente -no sin mucha razón-, el recuerdo de las californianas avenidas de Santa Mónica, de Los Angeles, o quizás hasta del mismísimo Palo Alto. Pero hoy sabemos que lo  históricamente correcto, lo netamente olmstediano -y caraqueño-, es que volvamos a plantar de Chaguaramos nuestro Caracas Palm Drive.
 
Así, frente a la tala reciente (2017) de varias Washingtonias que se secaron por diversas razones en la avenida principal, recomendamos a la Alcaldía de @Chacao que ahora les toca hacer memoria urbana. Esta avenida pertenece a un conjunto patrimonial declarado, el Caracas Country Club, al que tienen el deber no solo de proteger, sino también restaurar y conservar. Así que, atención: no todo es talar y botar lo que quedó de las palmeras al basurero. 

Hay que resembrar nuestro hermoso Palm Drive de nuevos y hermosos ejemplares en cada punto en que perdimos una palma. De lo contrario, poco a poco e irremisiblemente, la doble hilera desaparecerá y la ciudad cuatricincuentenaria perderá una de sus más bellas y celebradas rutas escénicas.


Palm Drive (f. Archivo Fundación de la Memoria Urbana, c. 1957).



NOTAS
1. "To conserve the scenery and the natural and historic objects and the wild life therein and provide for the enjoyment of the same in such manner and by such means as will leave them unimpaired for the enjoyment of future generations". Frederick Law Olmsted, Jr. National Park Service Organic Act, 1916.
2. Hannia Gomez. "Olmsted en Blandin", Papel literario, EL NACIONAL. Caracas, 2006.
3. Frederick Law Olmsted Sr, "Stanford University": 
http://www.fredericklawolmsted.com/stanford.html
4. Jared Farmer. Trees in Paradise: A California History, W. W. Norton & Company, 2013, p.  419.




Publicado en: Pluscumperfecto, Entresocios, Caracas Country Club, Caracas, 2015 y en Opinion, @ELNACIONALweb, Caracas, 2017: http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/palm-drive_81965

 

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