miércoles, 28 de mayo de 2025

Objets de vertu

       Diseño para la lampara del salon de la Casa Club. Carlos Guinand Sandoz, c. 1930 (f. S/f, Archivo Eduardo Guinand).

 

"Hay trozos del tiempo donde la historia existe,

y trozos del tiempo donde no la hay".

Charles Peguy. « Clio, dialogue de l’histoire et de l’âme païenne ».1

 

A finales de los años veinte, cuando se ultimaban los detalles de la arquitectura de la Casa Club para su inauguración, aún era la práctica habitual que el arte de la arquitectura abarcara hasta el último confín de las artes decorativas que acompañaban cada proyecto arquitectónico. Las artes todas se unían a en la misma labor, sintetizando un solo espíritu de diseño, por lo que ser arquitecto significaba también saber diseñar todos los elementos de un edificio, desde el cálculo estructural hasta el último detalle ornamental.

Ello variaba, por supuesto, de escuela a escuela de arquitectura. Pero era particularmente así en la Tecnische Hochshule de Munich, donde Carlos Guinand Sandoz se graduó de arquitecto el 7 de agosto de 1913.2 Alli Guinand se entrenó en el diseño arquitectónico, pero también en todas las artes aplicadas a la arquitectura. Toda su obra goza por lo tanto de esa riqueza adicional de encontrar junto a la bella arquitectura, los bajo relieves de Guinand, las herrerías de Guinand, las molduras de Guinand, las carpinterías de Guinand, las luminarias de Guinand. Y en particular, estas últimas, las legendarias lámparas de Guinand, que como piezas de joyería flotan en el universo guinandiano con su multiplicidad de formas, su creatividad inagotable, su exquisito gusto, magnifica ejecución y exacto sentido del estilo, del Planetarium al Observatorio Cajigal, del Club Alemán a la Capilla de San José de Tarbes, de sus casas unifamiliares a la Casa Club del Caracas Country Club.

Una antología aún espera para reunir la obra decorativa del maestro, quien desde 1922, “funda con el pintor Eduardo Borges el Taller de Artes Aplicadas Guinand y Borges, centro que se mantiene en actividad por un lapso de diez años”.3 Lo cual quiere decir que las piezas con las que Guinand completa la arquitectura de la Casa Club provienen de ese prestigioso taller. Una tarea inaplazable seria redescubrirlas en cada recodo del edificio, inventariarlas, levantarlas, fotografiarlas, describirlas… para asegurar que pasen a las generaciones futuras de estudiantes de diseño y de arquitectura sus lecciones olvidadas.

Tomemos nada más como ejemplo las lámparas del Salón y del Café de la Casa Club. Lámparas colgantes, objets de vertu suspendidas en el espacio, que con toda su gracia adornan ambos vastos recintos, subrayando el espíritu decorativo del lugar y atrapando la mirada. En el Salón, tres lámparas idénticas cuelgan entre las cerchas de madera decoaradas de la cubierta, donde Guinand hace un guiño festivo al estilo Neotudor de las golf houses del East Coast norteamericano, entre torretas y vidrios de colores. Entretanto, el chandelier en hierro forjado originalmente destinado al Café (hoy conocido como la Rotonda), y por ende, facetado en doce partes aludiendo a las arquitectura de ese espacio, cuelga solo en todo su decorativo esplendor, detentando un lenguaje más Spanish Revival ornado de escudos, cruces y coronas.

Luminarias guinandianas, piezas irreemplazables fruto de la pericia de un maestro de la arquitectura que en la Caracas el siglo veinte fue inigualable en su arte.4

 

Las lamparas en el Salon de la Casa Club (f. 2012, Hannia Gomez. Archivo Fundacion de la Memoria Urbana).

 

 Diseño para la lampara del Cafe de la Casa Club. Carlos Guinand Sandoz, c. 1930 (f. S/f, Archivo Eduardo Guinand). 

 El chandelier en el Salon de la Casa Club (f. 2012, Hannia Gomez. Archivo Fundacion de la Memoria Urbana).


 Publicado en: Pluscuamperfecto, Entresocios, Caracas, abril de 2021.


NOTAS:

1.       1.  « Il y a des morceaux de temps ou il y a de l’histoire, et des morceaux de temps ou il n’y a pas ». Charles Peguy ». Clio, dialogue de l’histoire et de l’âme païenne ». En : Elvire de Brissac. O Dix-neuvième, Grasset, Paris, 2001.p. 27.

2.       2, 3. Carmen Araujo Suarez y William Niño Araque. Catálogo de la exposición Wallis, Dominguez, Guinand: arquitectos pioneros de una época, Galería de Arte Nacional, Graficas Armitano, Caracas, 1998, p. 149.

4.Agradecemos al arquitecto Eduardo Guinand por facilitarnos las imágenes que ilustran la presente entrega de pluscuamperfecto.


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