martes, 14 de octubre de 2014

Una portada 1928


1. "Caracas Country Club". C. C. Wendehack, 1928 (f. Archivo Fundación de la Memoria Urbana).



“No cuento sino las horas claras”.
Inscripción en la linterna del kiosko, laberinto del Jardin des Plantes, París.1

Desde fines de febrero de 1928, fecha de la celebración del concurso internacional de arquitectura de la Casa Club hasta hoy, sigue pendiente volver sobre los bellos dibujos de la idea ganadora. Todos recordamos lo en boga que estaba el estilo Neohispánico para entonces. Así, hagamos el ejercicio de imaginar que las bases establecían que el nuevo edificio debía ser diseñado en Spanish Revival...

Ambos proyectos de los que nos quedan imágenes, el del arquitecto español Manuel Mujica Millán y el del arquitecto neoyorkino Clifford Wendehack, efectivamente, versionan magníficamente el Neohispánico. Amos célebres de los estilos, ambos arquitectos hacen dos versiones distintas del Neohispánico andaluz. El de Mujica Millán es un Neomudéjar más bien granadino, donde se adivinan ciertos aspectos de La Alhambra. En tanto que el de Wendehack, al que tradicionalmente se le han atribuido requiebres con el franciscano Monasterio de Santa María de la Rábida en Palos de la Frontera, Huelva, por la semejanza del volumen de la Rotonda con la capilla y ciertos visos del patio mudéjar rodeado de arcadas, lo vemos hoy también como una ecléctica fantasía beauxartiana casi transplantada a Caracas directamente desde el Bay Area.

Observemos las centenarias acuarelas más de cerca. A pesar de la expresión impresionista, en los rápidos trazos de Wendehack ya están definidos la mayoría de los elementos compositivos y ornamentales que luego iban a construirse. En la acuarela que aquí presentamos (firmada abajo a la izquierda “C.C. Wendehack”), una pareja de elegantes golfistas admiran desde el rond-point el afamado alzado principal de la Casa Club en todo detalle y esplendor proyectual.

Look closer. ¿Qué vemos nosotros en ella? Llama en primer lugar la atención la discreta asimetría de la fachada, que marca un falso centro con el volumen de la torre. Como en casi todos los grandes conjuntos del Spanish Revival, estas torres/campanarios, generalmente huecas y sin campanas, estaban para equilibrar con su presencia la composición frente a los pesados cuerpos bajos. La nuestra, de tres cuerpos y unida por el este al amplio car port y sus arcadas, cabalga asimétricamente sobre la cubierta a dos guas del cuerpo bajo norte-sur. La torre, como corresponde, se va aligerando hacia arriba, llegando, tras una logia transparente enmarcada por vanos con arcos, a rematar en una cubierta de tejas a cuatro aguas coronada por pinaculos de terracotta.

Toda la ornamentación de esta portada destila los diferentes dialectos arquitectónicos que fluctuaban en el espíritu del Spanish Revival hacia 1928, sobre todo en Southern California: cornisas de ladrillo y cálidos materiales y colores Neo Mediterráneos; relieves y medallones florales al estilo Neo Barroco (tan difundido en la ciudad de San Diego); herrerías ornamentales y arcos de limpia geometría de la arquitectura del Spanish Colonial. No hay duda de que Wendehack (1884-1948), cuya primera educación arquitectónica fue en Europa, y quien luego fuera propulsor de la arquitectura Beaux-Arts en Nueva York, demuestra con este diseño de qué se trata ser un verdadero connoisseur.


Kiosko metalico del Jardin de Plantes. Paris, siglo XVIII (f. http://www.lavieb-aile.com/).




NOTAS
1. « Horas non numéro nisi serenas » : « Je ne compte que les heures sans nuages ». La Gloriette de Buffon,  http://fr.wikipedia.org/wiki/Gloriette_de_Buffon




Publicado en: Pluscuamperfecto, Entresocios, Caracas Country Club, Caracas, Octubre, 2014.




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