Carlos Guinand Sandoz, c. 1928 (f. Archivo Fundación de la Memoria Urbana).
“Es el segundo hombre el que determina
si la creación del primer hombre
será llevada adelante o será destruida.”
Edmund Bacon. 1
En un libro de texto de diseño urbano de 1976, están escritas las
principales lecciones que uno puede aprender. Se trata de Diseño de Ciudades, de Edmund N. Bacon. Este libro legendario al
que nunca haremos suficiente justicia, contiene en la página 108 una bella
enseñanza: el principio del segundo hombre.
Bacon, planificador y profesor de urbanismo en Filadelfia, era especialista
en explicar las ideas universales del urbanismo de forma inolvidable. Así, la
Toscana del Renacimiento era el alicate del libro. Y, por ende, el principio
del segundo hombre. Bacon sentenciaba: “Toda obra realmente grandiosa lleva
dentro de sí fuerzas seminales capaces de influenciar y desencadenar en su
derredor el desarrollo.” Y éso fue lo que ocurrió en la página 108, es decir,
en Florencia, en la Piazza de la Santissima Annunziata.
Hacia 1427 Fillippo Brunelleschi culminaba su famoso Ospedale degli
Innocenti. La esbelta arcada
pública ocupaba toda la fachada este de la plaza. Tánta fue la belleza y
elegancia de este diseño, que su fuerza generatriz influenciaría todos los
proyectos que se sucederían en la plaza durante varias generaciones, resonando
como un eco en los flancos del espacio urbano. Brunelleschi aparece en escena
como el “primer hombre” de esta historia.
En 1516, al comisionar el nuevo edificio frente al Ospedale, la Loggia dei Servi di Maria, se llamó al
arquitecto Antonio da Sangallo el Viejo, un discípulo de Bramante. Vino
entonces el primer momento crucial. ¿Cambio o continuidad? La quietud de los
ligeros soportales brunelleschianos blandían la respuesta. Sangallo tuvo ante
sí una gran disyuntiva: o hacía su propia obra maestra, y optaba por otras
geometrías y otros lenguajes, o tomaba “la gran decisión de vencer su urgencia
por la auto-expresión”, siguiendo, casi al pie de la letra, el glorioso diseño
de Brunelleschi. Con esta gran decisión de Sangallo el edificio sentó la forma
de la Piazza della Santissima Annunziata y formuló, en el tren de pensamiento
del Renacimiento, el “principio del segundo hombre”: es el segundo hombre el
que determina si la creación del primer hombre será llevada adelante o será
destruida.
En la Casa del Caracas Country Club existe otro notable episodio o
ratificación de este principio. Cuando Clifford Charles Wendehack ganara el
concurso para la sede del club en 1928, dejo sentado un proyecto con sus ideas
para el edificio. Wendehack es así, el primer hombre de esta historia. Pero
para la construcción de este proyecto hacia falta contratar a otro arquitecto
que comprendiera la complejidad y la belleza ornamental de la arquitectura de
Wendehack y a la vez conociera el medio y la construcción en Caracas. Este fue
el arquitecto Carlos Guinand Sandoz: el segundo hombre de la Casa Club. 2
El maestro Guinand continuaría la obra de Wendehack, permitiendo que su
proyecto se hiciera realidad y se perpetuase. A la vez, logro imprimir su
manera personal, su arte de hacer arquitectura en toda la obra, toda vez que
continuaba las ideas y el espíritu wendehackiano. Guinand, sabiamente, cual un maestro del Renacimiento, optó por el “camino de la continuidad,” que
no desdice de lo andado, que no destruye ni da por descontado… y donde sin
embargo la obra personal sigue brillando con luz propia. Una bella historia que
debe seguir siendo fuente de ejemplo e inspiración y que aspiramos a contarles
en una próxima oportunidad.
Vista de la Piazza della Santissima Annunziata, Florencia, con la Loggia dei Servi di Maria a la izquierda y el Ospedale degli Innocenti a la izquierda. Giuseppe Zocchi (f. Circa 1750. Christies.com).
NOTAS
1. Edmund N. Bacon. Diseño de Ciudades, Penguin Books, 1976.
2. José Luis Colmenares R. "Casa sede del
Caracas Country Club. Arquitecto-Constructor: Carlos Guinand Sandoz. Proyecto original:
Clifford Wendehack", en: Carlos Guinand Sandoz, Claderca CA.,
Caracas, 1989, pp. 80-89.
Publicado en: Pluscuamperfecto, Entre socios, Caracas, Mayo, 2015.
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