1. Farola tipo Hidra en La Castellana (f. 1951. Así es Caracas).
“Todavía se deslizan por ahí los fantasmas de la
belleza
y rondan los lugares donde murió su honor”.
Alexander Pope.
1. Farolas
En octubre de 2013, el World Monuments Fund incluyó en su Lista Watch 2014 que
publica para alertar sobre el Patrimonio en Peligro del mundo las antiguas
farolas de hierro fundido de la ciudad de Berlín. Berlín, al igual que Caracas,
es una ciudad que no tiene su pasado inmaculadamente preservado y ha perdido
gran parte de sus elementos antiguos, no pudiendo ya permitirse el lujo de
perder más sin que esto represente profundo pesar para sus habitantes.
Las luminarias berlinesas, parte fundamental de la infraestructura urbana,
son del tipo Victoriano, unas 45.000 farolas en toda la capital, muchas de
ellas candelabros tipo “Hidra”, que
datan de los 1890s. Buscando su permanencia en la ciudad y su no sustitución
por unas nuevas ajenas a la memoria urbana, los ciudadanos hicieron una larga
campaña que se coronó con la protección de 2013. El derecho a tener una cálida
iluminación nocturna que acompañe y guíe al peatón, y el derecho a la
conservación de una identidad urbana propia, son los argumentos con que
defienden a estas sobrevivientes, tras décadas de bombardeos y agresiones.
Una situación no muy distante tenemos aquí. Desde comienzos del siglo
veinte, en una acertada estrategia de equipar a la capital con un mobiliario
urbano fabricado para durar, inscrita en la mejor tradición urbana de Europa y
América, se sembraron cientos de farolas de hierro y vidrio en los nuevos
espacios públicos y urbanizaciones del valle del Caracas. Estas provenían de
catálogos americanos –especialmente del estado de Nueva York-, que fabricaban
tipos clásicos de luminarias de calle, como las farolas tipo “Estate”, típicas
del Caracas Country Club, La Florida sur y El Rosal, o las farolas tipo
“Memphis”, propias de Las Mercedes.
La tipología de la farola artística simple, de baja altura, a la escala del
paseante, de graciosa esbeltez pero robusta materialidad, realza cada lugar
donde se implanta. Así, por ejemplo, funciona en el Central Park de Nueva York,
con un fanal llamado, justamente, modelo “Central Park”. Diseñada por Henry
Bacon en 1907, para su uso específico en el parque, desde los años 70 es
producida por una compañía de Manhattan, la Sentry Electric Co.
La tipo luminaria “Estate” es de excepcional dignidad. También conocida
como “Tudor”, en clara referencia al estilo de proveniencia inglesa, o bien como
“Windsor”, fue muy apropiada para nuestras verdes urbanizaciones de mediados
del siglo pasado. Su decorativa linterna tiene ocho caras, sin púas (spikes) y sin collar, y va muy de
acuerdo con su poste facetado, que a veces también era pintado de blanco. Las
elegantes "Memphis", con su fanal de vidrio translúcido coronado por
un remate ornamental también de vidrio, iban por su parte muy bien con los
urbanismos más neohispanos. Otra tipologías también aparecieron en el Este,
como las robustas luminarias de Altamira y las más barrocas de La Castellana,
donde Caracas tuvo, luego de las de la Plaza Bolívar, su segundo conjunto de
candelabros tipo Hidra, de cuatro brazos.
2. Las farolas perdidas del Paseo Los Ilustres
(f. Archivo FMU).
2. In Cast Iron
De las lámparas urbanas originales de esta iluminada época en nuestra
ciudad quedan pocas, mayormente debido a un saqueo de proporciones descomunales
que se produjo en hace no mucho tiempo, cuando con la excusa sempiterna de la
"renovación" de los espacios públicos, sobre todo en el Municipio
Libertador, se despojó a Caracas de centenares de sus farolas antiguas. Bombas
de vidrio blanco, arabescos de hierro forjado, candelabros de dos brazos,
centrales o colgantes, eran las formas que remataban adecuadamente los robustos
pedestales de hierro, construidos para durar. Sin ellas se quedaron el Paseo
Los Ilustres, la Plaza Las Tres Gracias, la Plaza De Capuchinos y tantos más.
En su lugar, nos dejaron unas vulgares y baratos piragüitas chinos de cuarta
categoría. Hoy nos seguimos preguntando donde estarán las que se llevaron.
Pero hagamos #MemoriaUrbana. Y recordemos que para muestra, basta un botón.
Diseminadas por las calles de la ciudad, allí podemos encontrar todavía una que
otra de las farolas originales de Caracas, bellas, escondidas, diezmadas y
olvidadas.
Si, como los memoriosos berlineses, quisiéramos un día devolver la
iluminación original a nuestra despojada ciudad, recuperando gran parte de su
carácter, recordemos que la algunos de estos modelos aún son fabricados por
muchas compañías de los Estados Unidos. Pero, lo que es mejor, es que en
algunas viejas fundiciones caraqueñas, como la Fundición Pla y la Fundición
Caracas, aún es posible hacerse de los moldes de sus piezas. Volver a hacer ingentes
cantidades de nuestras farolas es posible, como ellas eran: in cast iron.
*Una versión de este texto fue publicado con el titulo "Luminaires" en: Pluscuamperfecto, Entresocios. Caracas Country Club, Caracas (2014).
Publicado en: @ElNacionalWeb, Caracas, Junio de 2015.
Publicado en: @ElNacionalWeb, Caracas, Junio de 2015.
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