martes, 9 de abril de 2019

Salvemos Villa Minotauro


Quinta Yolanda, Vincenzo Ingenuo (1938-1940). Las Palmas, Caracas (f. Hannia Gómez, 2007).

 

"Si no se escribe, si no se cuenta, nada existe, ni dura".
Antonio Gala.1

1. El hilo de Ariadna
La resplandeciente villa pareciera haber estado siempre ahí. Y lo ha hecho, al menos desde 1938. Enhiesta en su esquina de la Avenida Las Palmas con la Calle Los Apamates de La Florida, radiante, blanca, maciza, magnífica. Sencillamente "una de las casas más bellas de Caracas, y la mejor arquitectura Art Déco en toda la capital".2

Su nombre oficialmente es Yolanda, nombre que recuerda probablemente a alguna dama de la familia de su creador, el empresario italiano de la construcción Vincenzo Ingenuo (Nápoles, 1900 - Caracas, 1982).3 Pero durante su vida pasó luego a ser cada vez más conocida como Villa Minotauro, gracias a los años durante los cuales acogiera a la emblemática galería de arte de la desaparecida galerista Cecilia Ayala, la Galería Minotauro.4 De ambos habitantes, Ingenuo y Ayala, esta incomparable arquitectura moderna caraqueña se impregnó de sensibles significados.

Ingenuo, autor del memorable edificio Vincenzo Ingenuo (también conocido como edificio Madrid) en la Avenida Baralt y de la quinta Yoli en la Calle Mirador de Prados del Este, y a quien también se le atribuye otra hermosa obra de la Caracas Art Déco, la Villa La Colina, en Colinas de Los Caobos (sede actual del Ateneo de Caracas), edificó esta residencia singular para sí mismo, dotándola de todo lo mejor, con cuidado y esmero. En primer lugar, la diseñó siguiendo una composición en Art Déco geométrico del tipo Mayan Revival, un estilo de la época amado particularmente por Frank Lloyd Wright.5 Así, la Minotauro alude, en el mejor gusto surrealista (muy a tono con los gustos artísticos de Ayala, quien cual Ariadna, descifró como nadie el hechizo de su mágica arquitectura), a la forma altiva de una pirámide mesoamericana, como por ejemplo las de los templos de Palenque. Su alto volumen de gran testa, debe haberle recordado el mitológico cuerpo de quien fuera mitad hombre y mitad bestia, convirtiéndose así  Yolanda inmediatamente en Minotauro. De esta manera en 1978 surgió en Caracas un nuevo Palacio de Cnossos, por donde desfilaría la vanguardia artística de los años 70, 80 y 90 y por donde durante mucho tiempo fue posible perderse deliciosamente por entre los caminos del arte.

Ingenuo, además, cual moderno Dédalo, y napolitano al fin, cubrió barrocamente su villino nel Corso delle Palme, profusamente de acabados y detalles.6 Textiles relieves y patrones geométricos recorren las fachadas de toda la alba villa en líneas sucesivas, evocando tanto a las arquitecturas abstractamente decoradas de Uxmal como a las ruinas concéntricas de un lejano laberinto, en tanto que en el interior dispuso brillantes pisos reticulares en mármol blanco y negro cubrían como una dramática alfombra todos los salones. Y decimos cubrían porque esos mármoles, junto con toda la arquitectura interior de la casa, plafones, revestimientos, luminarias, todo, acaban de ser totalmente destruidos en un acto de absoluto desprecio por nuestro patrimonio arquitectónico.

Pero, cómo puede ser esto posible? Cómo puede siquiera pasar? Cómo fue que esta joya, Bien de Interés Cultural de la Nación declarado por el Instituto del Patrimonio Cultural en 2005, pueda haber sido parcialmente destruida de esta manera ante los ojos de todos nosotros?7


2. El patrimonio en su laberinto
Hagamos memoria urbana. Ya desde el año 2009 el IPC había entrado en disputa con los propietarios al haber sido alertado por los vecinos, quienes, preocupados de lo que podía estar ocurriendo tras una valla de zinc que fue levantada ocultando la casa, dieron la primera voz de alarma. Entonces la cosa no fue a mayores…8 Hubo sanciones y se les recordó claramente que según la Ley de Defensa y Protección del Patrimonio Cultural, toda intervención en un Bien de Interés Cultural debe ser previamente consultada y previamente aprobada por el IPC…9 Pero la onerosa cerca siguió allí, imperturbable.

Y pasaron los años. Nunca la valla fue removida. Nosotros, capciosos, aunque siempre esperanzados, seguimos esperando por la restauración y reapertura digna de la villa. Y justamente cuando ya creíamos que habían desistido de sus planes de degradar este palacio caraqueño a vulgar panadería (a quien se le ocurre que dicho uso es afín!), el pasado jueves 7 de julio nos enteramos de la destrucción de todos los acabados interiores de la casa.

En el interior de Villa Minotauro no quedó títere con gorro: arrancaron los mármoles, levantaron los revestimientos y las luminarias, desgajaron los plafones y lo tiraron todo como escombros al talado jardín, instalando una vetusta red de tubos conduits e instalaciones en la manera más ramplona posible. Ni que decir que el IPC volvió a parar de nuevo responsablemente las obras. Pero aquí es donde entramos nosotros en este sangriento laberinto.

En toda Venezuela, y mucho menos en nuestra capital, no estamos a estas alturas dispuestos a permitir que nadie más infrinja flagrantemente la ley y se burle de los ciudadanos, destruyendo patrimonios que son de todos. Dicho esto, exigimos que la Villa Minotauro sea reconstruida exactamente como era, con sus mismos acabados y mismos detalles originales dispuestos por su autor en 1938 (sabemos que existe una tesis de la Maestría de Restauración de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela que estudió esta arquitectura como tema, así que los planos de levantamiento existen).

Pero, es más: desconfiando como desconfiamos de los reincidentes autores de estos hechos, y dudando que quienes empuñaron las mandarrias alguna vez la lleguen a reconstruir ni con cariño ni bien, pedimos también que se les conmine a vender la Villa Minotauro a alguien que realmente la aprecie y que la pueda restaurar correctamente como merecen su valiosa arquitectura y nuestra bella ciudad. Sentemos un precedente ejemplar. Esto no debe ocurrir nunca más. No somos un pueblo de bárbaros. 

Salvemos Villa Minotauro!



La destrucción de la arquitectura interior de la Villa Minotauro (f. Archivo de la Fundación de la Memoria Urbana, 2016).




NOTAS
1. Antonio Gala. Los papeles de agua, Planeta, Barcelona, 2008.
2. Cito esta valoración, que compartimos plenamente, del artista venezolano Oscar Molinari Herrera.
3. Testimonio del abogado Rafael Viso, nieto de Vincenzo Ingenuo, a nosotros durante la exposición "Las ITALIAS de Caracas", Sala TAC, Trasnocho Cultural, Caracas, 2012.
4. Carmen Victoria Méndez. "Adiós al Minotauro", TalCual, Caracas 13-11, 2008: http://www.talcualdigital.com/Nota/14512/adios-al-minotauro
5. Wikipedia: "Mayan Revival Architecture": "The Mayan Revival is a modern architectural movement, primarily of the 1920s and 1930s,[1] that drew inspiration from the architecture and iconography of pre-Columbian Mesoamerican cultures": https://en.wikipedia.org/wiki/Mayan_Revival_architecture
6. Pequeña villa en la Avenida Las Palmas.
7. Este bien inmueble ostenta la declaratoria de Bien de Interés Cultural, según Resolución Nº 003-05 del 20 de febrero de 2005, publicada en Gaceta Oficial N. 38, 234 del 23 de julio de 2005.
8. "IPC ordena paralizar obras en Quinta Yolanda", Ciudad CCS, Caracas, 30 de octubre de 2009: http://ciudadccs.info/ipc-ordena-paralizar-obras-en-quinta-yolanda/
9. Ver: Gaceta Oficial de la Republica Bolivariana de Venezuela, lunes 15 de Agosto de 2011, N. 39.735



Publicado en: Opinión, @ELNACIONALweb, Caracas, Julio, 2016.



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