Efectos de luz, Casa Club en el
Caracas Country Club (f. Hannia Gómez, 2017).
"La luz
se hace materia".
Gio Ponti.1
"Night and day, you are the one
Only you beneath the moon or under the sun".
Cole Porter.2
Uno de los mayores aprendizajes que hemos recibido de la magnifica Villa
Planchart de Gio Ponti en Caracas (1957) es la importancia de la luz en la
arquitectura. Pero no solo por la clásica idea que tan bien expresaba Le
Corbusier, y mediante la cual se comprende "el juego justo, correcto y
magnifico de los volúmenes" (bajo la luz).
No. El pontiano aprendizaje en esta villa tropical, en la Villa Planchart, obra
maestra del maestro milanés, es acerca de
otro aspecto e importancia de la luz. Y es que de acuerdo al manejo
sensible de la luz existe (o puede existir) tanto una arquitectura del día como una arquitectura
de la noche. Ambos conceptos (para quien quiera leer más), se encuentran
definidos en el pontiano libro Amad la
arquitectura, dedicado a todos los estudiantes de la Regina artis.3
Para Ponti la naturaleza artificial de los paisajes diseñados debe ser
percibida admirablemente durante el día, cuando sus formas son bañadas en el
exterior por la luz del sol, o en el interior, entrando por las aperturas y las
ventanas, para crear una percepción única de las composiciones creadas. Pero,
igualmente, estos deben poder ser disfrutados durante el suave proceso de
transición que lleva desde la tarde hasta la noche, y también durante la
oscuridad de la noche misma, cuando todas aquellas calidades apreciadas
diurnamente no deben nunca dejar de percibirse, sino mutar, transformarse, mediante
"otras luces", en nuevas y mágicas realidades: las del crepúsculo -el
twilight- y las de la noche. El
atardecer, así, se convierte en el portal lumínico de la transición, trasportando
gradualmente hasta la noche las realidades solares.
No hay nada, pues, como un crepúsculo en El Cerrito. Les recomendamos acudir,
para ser sus espectadores en primera fila. Al final de la jornada, en pleno día
todavía, todas las luces permanecen inexplicablemente encendidas. Son entonces,
por lo tanto, en la luz de la tarde, aún imperceptibles, invisibles. Las
paredes continúan blancas, tan solo impregnadas por los sutiles colores de los
planos materiales y de las obras de arte adyacentes. Es la luz del sol,
reflejada, multiplicada por la arquitectura. Pero he aquí que Ponti dejo
sembradas estratégicamente en esas paredes muchos apliques murales y lámparas
de luz amarilla, generalmente montadas en bronce, junto a decenas de plafones
fluorescentes de luz azulada y largas líneas blancas de león, que van marcando
los puntos importantes de cada espacio o recorren puntualmente las líneas de la
arquitectura.
Al caer el sol, las luminarias se revelan. Y al hacerlo, revelan también las
formas de la arquitectura de la villa, pero ahora en su traje de noche. Night and Day, Day and Night. Cuánta
belleza revelada durante el inigualable tramonto
caraqueño y pontiano! Cuánta sabiduría!
Una sabiduría que no tiene que ser distinta para otras arquitecturas y
otros lenguajes arquitectónicos. Como el Neohispano de nuestra querida Casa
Club. Las arañas, las farolas, los plafones, los apliques y las lámparas de pie
y de mesa, y hasta las mismas briseras y los candelabros, tienen un rol importantísimo en la percepción -y revelación-
de la belleza de la arquitectura de la Casa Club, patrimonio de Caracas, del día
a la noche. Es de su brillo dorado, de su luz amable, de su aura táctil acariciando
los muros y los techos que se construye esa maravillosa atmósfera en claroscuro
de antaño que a tantos enamora y deleita.
Triste por lo tanto es encontrar hoy que en gran parte de su arquitectura
los tradicionales bombillos de luz amarilla, humildes constructores de
delicias, hayan sido sustituidos por vulgares bombillos ahorradores de abominable
luz azul, destruyendo así la arquitectónica noche de la Casa Club, degradándola
a la desnudez mortuoria de un ambulatorio de urgencias.
Reconquistemos la noche de Caracas, al menos en nuestra Casa Club! Porqué debemos
ahorrar a costa de la belleza?
NOTAS
1. Hannia Gómez. El Cerrito: la obra maestra de Gio Ponti en Caracas, ULTREYA Edizoni/Fundación Planchart, Caracas, 2009.
2. Cole Porter. Night and day, Musical play "Gay Divorce", New York City, 1932.
3. Gio Ponti. Amate l'Architettura, Societa Edittrice Vitale e Ghianda, Genova, 1957.
1. Hannia Gómez. El Cerrito: la obra maestra de Gio Ponti en Caracas, ULTREYA Edizoni/Fundación Planchart, Caracas, 2009.
2. Cole Porter. Night and day, Musical play "Gay Divorce", New York City, 1932.
3. Gio Ponti. Amate l'Architettura, Societa Edittrice Vitale e Ghianda, Genova, 1957.
Publicado en: Pluscuamperfecto, Entresocios, Caracas, Febrero, 2017.
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