Monumento a Leónidas de Esparta, Termopilas, Grecia, 1955. MOLON LABÉ: "VEN Y
TÓMALAS".
"Caracas, ciudad moderna, libra sus batallas en la
autopista.
Qué hubiera dicho de esto el Barón Haussmann?"
Hannia
Gómez.1
A Laureano Márquez.
A Laureano Márquez.
1. Una ciudad-campo de batalla
Desde hace mucho tiempo, exactamente, en realidad, desde la gran marcha a
Miraflores del 11 de abril de 2002, los ciudadanos empezamos a redescubrir la
importancia que tiene la ciudad como campo de batalla, la ciudad en la lucha
política, como instrumento de protesta y como medio para propiciar los cambios.
Vivir de nuevo en carne propia -a veces también de canon-, la experiencia de la
polis, cuya raíz etimológica unida a la
palabra "política" está en el centro del redescubrimiento.
Hace quince anos una autopista llena de gente que nunca se bajaba de un
carro para ir a ninguna parte tumbó un gobierno. Pero aparte de la sorpresa y
la euforia de recibir el "baño de pueblo" en la calle, mas de uno se
reencontró simple y fraternalmente con su ciudad. Entonces, nos sorprendíamos al
caminar por el medio de la autopista en esta o aquella calle en sentido contrario
a los vehículos y el vernos de repente apreciando el paisaje urbano y la
arquitectura a la suave velocidad del peatón, como si estuviéramos de viaje
como desocupados flaneurs en alguna
amable ciudad del extranjero.2
Mas no, ocurría aquí, en Caracas. Se volvió desde entonces común oír comentar a la gente sobre este o aquel edificio que encontraron a su paso, o de esta o aquella vista, hasta de árboles, detalles de puertas, ventanas y balcones (la última ola de comentarios de este tipo fue cuando la marcha a la Conferencia Episcopal en Montalbán). Era como si nunca hubiéramos vivido antes aquí.
Mas no, ocurría aquí, en Caracas. Se volvió desde entonces común oír comentar a la gente sobre este o aquel edificio que encontraron a su paso, o de esta o aquella vista, hasta de árboles, detalles de puertas, ventanas y balcones (la última ola de comentarios de este tipo fue cuando la marcha a la Conferencia Episcopal en Montalbán). Era como si nunca hubiéramos vivido antes aquí.
De 2002 para acá el impacto originario de "la madre de todas las
marchas" se quedó grabado en el alma de todos. La toma de las ciudades tuvo
sobre todo un impacto mediático nacional e internacionalmente: nada como una
autopista llena de gente o como una avenida colmada hasta los postes del
alumbrado para llenar una primera pagina, medir el avance o el retroceso del
contento o del descontento popular, apoyar o aborrecer, medir fuerzas y en fin,
para batirse de verdad-verdad. La ciudad se mostró como un escenario y como un fenómeno
comunicacional que desde ya entonces nadie ha podido abandonar. Porque la
ciudad-campo de batalla, funciona.
Y mientras las calles eran reestrenadas como teatros de operaciones del
siglo XXI, las tipologías de los espacios públicos tradicionales para
concentraciones cívicas (como las plazas) empezaron a perder terreno frente al
surgimiento de los nuevos Marchódromos y Arenas no tradicionales (ciertos
lugares estratégicos de algunas avenidas), que ya han ingresado a la historia
reciente del urbanismo bélico marcados por los sucesos y las batallas que se han
librado en ellos. Pensamos en la Avenida principal de El Rosal o la Avenida
principal de Altamira sur o en la Calle Hélice y la Avenida Páez, para que nos
entiendan. Alguien deberá hacer el análisis urbano de porque estos sitios en
particular y otros no: los anchos, las pendientes, las atalayas, las geometrías,
el significado sociológico de los entornos. Pero, sobre todo: las visuales y la
espectacularidad cinematográfica que revisten en ellos los enfrentamientos.
2. War_banism
Escribimos esto conscientes de que un análisis así puede parecer frío para
el crucial momento que vivimos y, sobre todo, a raíz de todas las dolorosas perdidas
humanas, sobre todo jóvenes, caídos, justamente, en estos espacios que ahora se
han llenado de gloria por ellos. Pero el fenómeno de la lucha caraqueña y de
sus nuevas formas de protesta urbana -habrá que revisar como ha sido en las demás
ciudades del país- es admirable desde todo punto de vista, también en lo urbano.
Recordamos cuando alrededor de 2012 los especialistas analizaban hasta el
agotamiento en las mas importantes centros de arquitectura y escuelas de
urbanismo del mundo los ingredientes en las victorias y los fracasos de los
espacios públicos que se hicieron famosos por la resistencia de los ciudadanos
en esos sitios, como la plaza Taksim en Estambul, o el movimiento Occupy NYC, por
ejemplo. La ciudad - decían- había sido recobrada de nuevo para su legítimo
origen y destino. Bueno: ahora deberán estudiar a Caracas.
Recordamos también la historia del urbanismo y de cómo hizo el Barón Georges-Eugène
Haussmann para complacer a Napoleón III en 1852 y modernizar a Paris a costa de
echar abajo su fábrica medieval. El gran argumento de Haussmann era que los
revolucionarios de la Comuna de París, así como estaban, metidos en la ciudad- eran
imbatibles, ya que la trama medieval con sus calles estrechas los protegía. Con
barricadas y talanqueras, hubieran triunfado por siempre de no haber sido por
el Plan Haussmann, que consistió justamente, en abrir el espacio urbano para
que entrara el ejercito.3 De allí que nada supuestamente más antitético para la
resistencia que un gran bulevar, una avenida monumental… o una autopista. Monitorables
hasta desde el aire, los movimientos de la gente al descampado de los grandes
espacios viales de la modernidad son teóricamente más frágiles. Solo un tesón
como el de nuestros demócratas marchando ha logrado lo contrario.
Orgullosos por las imágenes de nuestros propios ríos humanos, las marchas
vueltas un espectáculo de si mismas, no deberían hacernos olvidar que pueden haber
otras estrategias urbanas menos arriesgadas para los manifestantes. Ya lo dijo
Laureano Márquez en un histórico tweet que nos impulsó a escribir estoy hoy:
"Termópilas, Maratón, Platea, Caracas…".4.5. Los demócratas de Esparta
vencieron a punta de valor, pero también de estrategia, sobre todo territorial.
Caracas y las ciudades de Venezuela, luchan para recobrar la democracia. En
todos los grandes ejércitos había siempre un batallón de ingenieros. Reclútenlos!
Y a la calle otra vez, con renovado ingenio.
Y a la calle otra vez, con renovado ingenio.
NOTAS
1. Hannia Gómez. Tweet @FUNDAMEMORIA, Caracas, del 19 de abril, 2017.
2. H. Gómez. "La arquitectura y la guerra", Arquitectura, El Diario de Caracas, Caracas, 1995: http://hanniagomez.blogspot.com/2007/05/la-arquitectura-y-la-guerra.html
3. Wikipedia: "Georges-Eugène Haussmann":
4. 5. "Termópilas, Maratón, Platea, Caracas". Laurano Márquez. Tweet @laureanomar, Caracas, Abril 29, 2017: https://www.instagram.com/p/BTdtGDMFYy0/ y "Termópilas, Maratón, Platea, Caracas...la lucha de los griegos por la libertad no termina nunca": https://www.instagram.com/p/BTd8XadFlpw/
Publicado en: Opinión, @ELNACIONALweb, Caracas, Mayo, 2017: http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/ciudad-guerra_181272
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