Dictionary of Spanish and English Languages.1
Ha llegado el spring time a la
ciudad. El tiempo de sus manantiales, nacidos de la montaña. La esperada
estación de su recuperación definitiva, de su vuelta a los inicios. Las
corrientes naturales de agua existentes en el valle de Caracas, de ser los primeros
sitios de solaz de la ciudad, fueron durante el siglo veinte crecientemente
consideradas como vulgares colectores de aguas de lluvia y/o aguas servidas,
por lo que debían desaparecer de la vista y ser, por ende, embauladas,
confinadas, invadidas, condenadas a quedar bajo tierra. Las quebradas se
enterraron, sus cauces se canalizaron o redujeron a su mínima expresión.
La fisonomía hidrológica de la capital sencillamente se borró: de aquellas
tramas de quebradas, arroyos y ríos urbanos solo quedó el recuerdo, y a veces
apenas un nombre. Y esto es especialmente triste en una ciudad como Caracas
que, en sus inicios era conocida como la “Náyade del Anauco”.2
Todos sabemos que del Ávila bajan muchas quebradas. Todos intuimos sus
fuentes, adivinamos sus saltos de agua, recordamos sus pozos, perdidos en la
vegetación del parque nacional, pero que de hecho refrescan nada más de saber
que existen. Pues bien, todas ellas son candidatas a ser desenterradas,
saneadas, resembradas y convertidas en verdes parques urbanos lineales con
cursos de agua pura y cristalina para disfrute de los caraqueños… Como una vez
lo fuera en la ciudad colonial, que estuvo sembrada de fuentes publicas con
"cañas de agua" que traían hasta las plazas el inmaculado liquido
para disfrute de los viandantes. Y también aquí, en el Caracas Country Club,
que en sus primeros años se servia de la Quebrada Chacaíto para alimentar todas
el sistema de aguas blancas en sus instalaciones… hasta su primera piscina,
verdadero spa hidromineral que -por
que no?- podríamos volver a tener.
Ojo de agua, Blandin,
Caroata, Cotiza, Gamboa, Anauco, Chacaito, Quintero, Pajaritos, Sebucán,
Tócome, Agua de Maiz, Galindo, Caurimare… ya no serán más solo los nombres de un olvidado y
pestilente hilo de agua, donde se botan la basura, y los escombros. Escombros y
tubos removidos, la basura expatriada, los muros derribados, los jardines de
las casas y los edificios vueltos transparentes para fundirse visualmente en un
solo paisaje verde con el cauce de las quebradas, serán resembrados en sendos
proyectos de arquitectura paisajista y diseño urbano por donde volveremos a
caminar, donde habrán silenciosos lugares para el solaz y la recreación.
En algunas quebradas, claro está, la cosa será mucho más difícil, y su spring time tomará más tiempo en llegar.
Pensamos, por ejemplo, en la invadida Quebrada Catuche, antiguo bosque de
Guanábanas que alberga, contra todo pronostico de riesgo, un barrio en alto peligro.
Pero en otros casos, como nuestra Quebrada Chacaíto, que atraviesa el Caracas
Country Club entre jardines que en su mayoría se cierran a su potencial
belleza, la primavera está francamente a las puertas. Siendo la más limpia de
todas las quebradas de la ciudad, a su paso por la Casa Club hoy ya debería ser
susceptible de ser recuperada, ambas riberas de su cauce renovadas y
replantadas, haciendola visitable para socios y visitantes, quienes podríamos ir
allí a sentarnos y tomar el té o el aperitivo, rodeados de flores, arrullados
por el murmullo apaciguante de sus aguas de manantial.
NOTAS
1. G.H. Calvert. Dictionary of Spanish and English Languages, Routledge & Kegan Paul Ltd., Londres, 1956, p. 495
2. Hannia Gómez. "Desentiérrame", @ElNacionalWeb, Caracas, 30 de septiembre, 2014: http://www.el-nacional.com/hannia_gomez/Desentierrame_0_491950939.html
Publicado en: Pluscuamperfecto, Entresocios, Caracas, Febrero, 2016.
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